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domingo, 29 de mayo de 2011

RACHA DE MALA SUERTE

A pesar de lo contenta que estoy con los cambios, he sufrido una racha de mala suerte que me ha convertido en un ser supersticioso, hasta el punto de pensar que son las maldiciones de mi EX-JEFE y de LA FAVORITA lo que me impide levantar cabeza y pasar página.

Desde cometer errores tontos, que me hacen quedar como una boba, hasta sufrir una racha de pesadillas. Soñé que todos los miembros de mi nuevo departamento se reían de mi y otro día soñé que llegaba tarde al trabajo y salté de la cama con el corazón a mil, solo para darme cuenta de que era sábado. Otro día cambié el despertador del móvil para dormir 10 minutitos más y por error lo puse 10 minutitos más, pero del día siguiente: llegué media hora tarde, cosa que me fastidió mucho porque yo soy por naturaleza muy puntual.
Además, en el terreno personal, fuera del trabajo, también he tenido una mala racha. Por ej. mis dos perros han sufrido accidentes diversos de los que aún no se han recuperado.

A pesar de la compresión de mi nuevo jefe y de mis nuevos compañeros, aún no consigo disfrutar de la nueva situación. Incluso he pensado en ir a misa a echarme agua bendita, hacer algún truco de feng-sui o alguna ceremonia de magia negra. Se aceptan ideas.

Ahh y se me olvidaba, encima mi ordenador esta cada vez más empanado y al final no me va a quedar más remedio que cambiarlo. Agggssss.

viernes, 13 de mayo de 2011

JUGANDO A ENCONTRAR LAS DIFERENCIAS

Ahora que ya empiezo a relajarme en mi nuevo puesto, me ha dado por jugar al juego de "encuentra las diferencias" y he encontrado las siguientes:
- Mi nuevo jefe da la cara por ti y atiende a los clientes; mi ex-jefe te dejaba en bragas delante de la gente y hacía esperar a los clientes que querían verle.
- Mi nuevo jefe tiene detalles con los clientes y trata de que salgan contentos; mi ex-jefe los trataba mal y les ponía inconvenientes para todo.
- En mi nuevo departamento hay material de oficina y no tienes que estar mendigándolo.
- Mi nuevo jefe quiere que todos sepamos de todo y que seamos autónomos en nuestro trabajo; mi antiguo jefe quería ser EL OMBLIGO DEL MUNDO.
- Mi nuevo jefe es educado, saluda y no da gritos ni golpes; justo lo contrario que mi ex-jefe.
- Mi nuevo jefe no te pone mala cara si tienes que ir al médico o salir para alguna gestión y encima te dice que para diez-quince minutos mejor no vuelvas; mi ex-jefe ponía malas caras y pegas para todo.
- Mi nuevo jefe tiene detalles con sus empleados, nos compra detallitos o nos trae chocolatinas; mi ex-jefe se las traía solo a LA FAVORITA.
7 diferencias y esto es solo una primera impresión.
Conclusión: son como la noche y el día, vamos, opuestos.

lunes, 9 de mayo de 2011

CRÍTICAS Y MIEDO A REPRESALIAS

Como era de esperar, me siguen llegando noticias de mi ex-jefe. Ahora aprovecha para criticarme cuanto puede, especialmente con la persona que me sustituye. Mis compañeros creen que intentará integrarla en su mini-círculo (LA FAVORITA, él y poco más) pero yo creo que ella va a ir por libre. Conmigo al menos sigue llevándose muy bien y ayudándome en todo lo que puede, a pesar de las críticas, y yo hago exactamente lo mismo con ella.

Eso sí, no se pasa por algo como esto y se queda una indiferente, aunque se acabe. He estado especialmente nerviosa en mi nuevo puesto y lo he pasado peor de lo que era de esperar. He tenido miedo a las represalias, tanto miedo como para perder el sueño. De hecho, tuve que hacerle un pedido a LA FAVORITA, por orden de mi jefe, claro y después, éste quiso anularlo y LA FAVORITA contestó que era demasiado tarde. Yo sé como funciona el departamento y estoy casi segura de que se podía haber cancelado, pero que ella aprovechó para fastidiar un poco. Afortunadamente, no hubo problema alguno. Y este es solo un ejemplo, realmente pensé que me habían metido en un buen follón y apenas dormí en toda la noche, dándole vueltas. Al día siguiente, cuando comprobé que no había ocurrido nada, me dije a mi misma que ya estaba bien, que no puedo obsesionarme y que tengo que tranquilizarme y pasar página. Aún estamos en ello...