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martes, 7 de agosto de 2012

POR FIN, EL FINAL


Se acabó, por fin. Después de una negociación inexistente con los sindicatos, (o sea, después de una imposición) y como resultado de un ERE de lo más lamentable de la historia: indemnización a 20 días por año y pago en 12 meses. Después de tres semanas y dos días tras saber que estoy incluida...Por fin hoy, estoy en la calle. Doy un salto al vacío, pero no me caigo, estoy feliz: empiezo a volar muy alto.

Este blog se acaba aquí, ya todo esto es agua pasada. Tengo una nueva vida.
Gracias a todos los que me leyeron, especialmente a los que me comentaron y arriba de ellos, arriba de la crisis, de los ineptos, de los jefecillos, de los inútiles, de los pelotas. Acabemos con todos ellos.

P.D. Por supuesto mi ex-jefe sobrevive al ERE, inmune, sabe Dios a quien se la chup....Alla ellos, que se lo queden para siempre, que así va como va la empresa. A mi me espera algo mejor.

3 comentarios:

oculta dijo...

....¿¿¿¿y ahora dnd t leeremos????....

Anónimo dijo...

Vaya!!! al final no hay final felíz... o sí!
Siento que se acabe el blog, pero me alegro de que empieze tu nueva vida. Espero que te vaya bien y lejos del indeseable de tu ex-jefe!
Ahora descansa, coge carrerilla y a por todos!
mucha suerte,
AnónimaEva

Anónimo dijo...

Madre mía jefecillos, encargaduchos....¿Qué demonios se creen? No quiero caer en generalizaciones, habrá de todo, pero muchos de ellos, los que no son jefes pero se encargan " muy gustosamente" de dar directrices al equipo, son unos despotas, arrogantes, mandones sin causa y lo peor de todo unos auténticos inútiles!
Mi encargada actual por ejemplo, se comporta como si trabajara en la CIA o en el pentagono. Se altera por cualquier mediocridad, critica constantemente y siempre que puede MANDA!! cada vez soy más consciente de que en nuestra sociedad se han inculcado como valores positivos el " ordeno y mando" el " porque yo lo valgo y por supuesto el " yo soy mejor que tú! Un buen jefe es el que sabe sacar lo mejor de cada uno de sus subordinados no el que les chupa la sangre.
Dan auténtica lástima