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jueves, 9 de febrero de 2012

BOLOS HUMANOS


Así nos sentimos todos, mientras esperamos que alguien lance la bola y decida quien queda en pie.

Las cosas han ido a peor. Este mes cobramos el día 7, pero solo los de mi empresa. Algunas empresas del grupo cobraron antes y otras, después. La explicación: el dinero no llegaba para todos y se dio prioridad a las empresas "solventes". Esto ha aumentado el malestar y ha creado un cierto pique entre la gente. Unos consideran que ha sido un abuso pagar a unos antes que a otros porque si bien unas empresas son más solventes que otras, todos hemos trabajado durante el mes. Otros culpan de la ruina de todo el grupo a las menos solventes.
Divide y vencerás. Lo están consiguiendo.

Además, a finales de febrero se sabrá si le conceden el préstamo a la empresa y se evita la quiebra. Lo malo es que si consiguen el dinero lo primero que van a hacer es echar gente a la calle. A nadie se le escapa que es una medida lógica porque es evidente que no hay trabajo para todos. Pero saber que unos caerán y otros no, ha levantado una polvajera de pelotas, de gente "superestresada" porque ellos siguen teniendo mucho trabajo y de gente "haciéndole la cama" a los otros, asombrosa.
Cada uno con sus miedos, con sus hipotecas, con sus críos...y en el ambiente la sensación de estar siempre caminando en la cuerda floja. Algunos, ganduleando porque dan por hecho que están en la lista. Otros, peleándose por el poco trabajo que hay, porque quieren creer que eso les salvará. Lo cierto es que tal y como ha actuado la empresa hasta ahora, yo, al menos, tengo claro que los criterios no van a ir por ahí. Ni todos los que caigan van a ser los que menos trabajan, ni los que se queden son los que más se lo merecen. Entre ellos mi EX-JEFE, que visto lo visto, seguro que escapa a la quema y no vale un pimiento.

En fin, yo solo quiero que ya todo esto termine y casi prefiero estar en la lista (aunque me de pánico lo que me espera fuera) que seguir en esta empresa donde inútiles como mi EX-JEFE siguen ahí año tras año, a pesar de las quejas de los empleados, de los clientes y de los jefes de los demás departamentos.
De cualquier manera, lo que más deseo es que toda esta batalla termine y poder tener una vida laboral más "normalita". Ya contaré...