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sábado, 30 de abril de 2011

ESPECTÁCULO DE FALSEDADES



Por fin se acabaron los días en mi antiguo departamento. Tendré que volver alguna vez para ayudar a la persona que me sustituye, pero en principio ya estoy en mi nuevo puesto.

El primer día, sobretodo, la tensión se podía cortar con un cuchillo. Mi ex-jefe degradado, sentado allí a dos pasos de mi, y el superior ocupando su despacho, jajajaja. Eso sí, se ve que aún no está mentalizado porque me salió (a mi, no a la que me sustituye) con su fracesita típica de "esto lo quiero para hoy, déjelo hecho antes de irse" o "este procedimiento hay que cambiarlo". Yo, que soy pacifista por naturaleza, no dije ni mú, claro, pero me dieron ganas de decirle: "ya no eres mi jefe, zoquete, y solo estoy aquí para enseñar a la compañera". En fin, no voy a decir que fuera divertido ni mucho menos, pero casi, sobretodo por como ha cambiado la película desde que el superior está allí. La FAVORITA por ejemplo, es un cúmulo de buena educación y delicadeza desconocida hasta ahora. Llamando al jefe en tono normal, no a gritos como acostumbra y pidiéndole las cosas por favor. Mi ex-jefe no sabe ser tan descaradamente falso, pero ya no da tanto golpe y se pasa el día mas bien calladito. Los compañeros están flipando, jajaja.

El hecho de estar de nuevo en mi ex-departamento me ha permitido comunicarle a algunos clientes de confianza el cambio de puesto y todos coinciden en que me he quitado a un cáncamo de encima. Frases como "te has quitado a un hijo de p... de delante", "eso es un amargado que no hace más que fastidiar" y cosas por el estilo. Mis compañeros me apoyan y los de mi nuevo departamento me han acogido con cariño y me ayudan y algunos incluso han hecho mención a lo mismo, al hecho de que me he librado de ese capullo. Eso sí, como no todo podía ser maravilloso, he perdido el buen horario que tenía y ahora trabajo jornada partida, y salgo más tarde. Pero no me importa, cualquier cosa antes de seguir allí.

Podría pensarse que este blog se acaba aquí, pero creo que aún no, que aún van a surgir cosas que contar, así que seguiré por aquí algún tiempo...

domingo, 24 de abril de 2011

DESPIDO VOLUNTARIO Y DESENLACE INESPERADO

(Viene de la entrada anterior)
Decidí que hasta aquí habíamos llegado y que tenía que hablar con el superior de mi jefe y acabar con esta situación. Al día siguiente le conté lo que había pasado y algunas cosas más. Le conté que creía que eso era mobbing y que ya tenía hora en el médico para que me diera la baja por depresión porque no iba a soportar estar un solo día más en frente del capullo de mi jefe.
Le dije que no me iba a ir de baja voluntaria de la empresa. No me puedo permitir irme sin indemnización, ni paro y le rogué que, para evitarnos toda esa guerra que se avecinaba, me echara. Sí, que me despidiera a pesar de la crisis que hay y de que yo ya no soy ninguna niña.

Su respuesta fue ofrecerme un cambio de departamento. Se quiere cargar a mi jefe, pero aún no puede por varias circunstancias y no quiere prescindir de mi mientras tanto. La verdad es que me resistí al cambio, porque aún tendría que cruzarme alguna vez con mi jefe y la favorita, pero me convenció y acepté. A última hora del día pasó un email comunicando los cambios de departamento y añadiendo una coletilla: "voy a pasar mi despacho físico al departamento de...para colaborar en la gestión del mismo con...(mi jefe) especialmente en el tema de recursos humanos".

Y esto último, claro, ni lo esperaba ni lo deseaba. Ha sacado a mi jefe de su despacho y lo ha puesto en una mesa normal, como la mía o la de la favorita y se va a poner él en el despacho. Ni que decir tiene que mi ex-jefe y la favorita llevan días odiandome a muerte. Lo malo es que aunque ya he estado tres días en mi nuevo departamento, a partir de mañana tendré que volver al antiguo para enseñar a la persona que me sustituye y eso me ha creado un cúmulo de angustia y ansiedad que no me han permitido disfrutar de estos días de vacaciones como hubiera deseado. Así que mañana tendré que volver a mi antiguo puesto y sufrir el odio de aquellos dos. Tengo el consuelo de que el resto del departamento me apoya y comprenden mi postura. Todo el mundo dice que he ganado esta guerra, pero yo no siento que haya ganado nada. Yo me siento una víctima y si por mi fuera nada de esto hubiera pasado, a fin de cuentas yo lo único que quería era ir, hacer mi trabajo y ganarme mis castañas. Nada más.

domingo, 17 de abril de 2011

MOBBING, LA SANGRE LLEGA AL RÍO.

El miércoles el jefe trató de cargarme con las culpas de un error de LA FAVORITA. Me fui de vacaciones durante tres días y cuando me fui, dejé la caja cuadrada. La Favorita no hizo su trabajo y no hizo cuadre de caja durante esos días, salvo el último y le faltaba dinero. Ha pasado un mes y el miércoles mi jefe me sale conque la culpa del descuadre es mía. Lo discutimos y cuando ya me saca de mis casillas le digo "venga hombre" y me dice que le he faltado al respeto y que soy una maleducada (por decir "venga hombre").

Un par de horas más tarde, trata de cargarme con las culpas de algo en lo que no tengo absolutamente nada que ver.

Busqué las características del MOBBING en Internet y de 10 puntos, mi jefe cumple conmigo 8 por lo menos.
Mis compañeros coinciden en su convencimiento de que está absolutamente obsesionado conmigo, están tan convencidos como yo de que me acosa.

Este fue el principio de la última batalla. Tomé una decisión y la llevé a cabo.

CONTINUARÁ.

jueves, 7 de abril de 2011

PUNTUALIDAD

Por ahora mi táctica de rebelión en la oficina no parece dar resultado alguno, pero lo que sí dio resultado fue la queja de mi compañero, al que quería mi jefe abrirle expediente disciplinario, sobre que LA FAVORITA llega todos los días tarde. Desde entonces, llega ¡a su hora!

Eso sí, ya me veo venir que esto va a durar lo mismo que duró la norma "no se puede tomar café en el office, sino cada uno en su mesa". Hace algunos añitos, todos entrabamos en le office a media mañana para tomar algo. No todos juntos, claro, normalmente de dos en dos. Hasta que mi jefe se sacó la subsodicha norma del bolsillo. Desde entonces, todos teníamos que tomarnos el cortadito en la mesa de trabajo y sin dejar de trabajar, claro.
Mi jefe y la favorita cumplieron la norma durante un mes o dos y luego, volvieron al office. Claro está, solo ellos. El resto, vulgares currantes que no merecemos nada, seguimos confinados en nuestras mesas.

Así que me apuesto lo que quieran a que esta nueva moda de llegar a su hora va a durar lo justito y necesario para que  crean que ya nos hemos olvidado del tema, ni más ni menos.

De cualquier manera, yo he vuelto al office porque mi rebelión sigue en marcha y por ahora no se atreven a decirme nada.

viernes, 1 de abril de 2011

EFECTIVO A MANO

Ya conté en otra ocasión que tanto MI JEFE como LA FAVORITA tienen sus privilegios y hoy uno de ellos ha sobrepasado las fronteras del departamento. Resulta que LA FAVORITA de vez en cuando saca dinero de la caja y para reponerlo pasa su tarjeta de crédito, como si fuera una cliente que realiza un pago, por la simple comodidad de no ir a un cajero. Ni que decir tiene que mi jefe está al tanto.
Pues bien, hoy cuando subí el dinero al cajero de la empresa, éste se dió cuenta (él solito, que yo no dije nada) y sabe que no es la primera ni la segunda vez, sabe que es a menudo y me preguntó que quién cubría los gastos que esa comodidad conlleva.
Lo que yo me pregunto es qué ocurriría si todos pretendieramos hacer lo mismo, ¡míra que me hago preguntas tontas!