Un compañero llegó tres cuartos de hora tarde (como cosa excepcional, que nadie piense que lo hace a menudo) y a mi jefe le faltó tiempo para ir a su superior y denunciarlo, sin siquiera hablar con mi compañero antes. Curiosamente, el superior tuvo que pararle los pies porque mi jefe estaba dispuesto a ir a personal para que le abrieran un expediente.
Al final habló con mi compañero y cuando éste le dijo que, por ej., LA FAVORITA, llega todos los días tarde y no pasa nada, mi jefe sale con que ésta ya tiene dos expedientes disciplinarios abiertos por ello. Jajajaja, ¡semejante mentira no se la cree nadie! Mi jefe se cree que puede decir cualquier cosa que vamos a creerle a pie juntillas, cuando todos sabemos que es un metiroso patológico.
Otro de los comentarios que le hizo a mi compañero fue que yo, la que suscribe, no lo trago. Por una vez, mi jefe tiene razón.
No aguanto a mi jefe. Es un ser despreciable, mal hablado, déspota, maleducado...vamos, un cacho de carne con ojos. Pero a mis años y con esta crisis, no me va a quedar más remedio que aguantarlo. Este blog será el lugar de mis desahogos y también de los tuyos, si quieres.
Buscar este blog
domingo, 27 de marzo de 2011
jueves, 17 de marzo de 2011
EL OMBLIGO DEL MUNDO
Mi jefe, de siempre, trata de hacerse el imprescindible.
Hay trabajos cotidianos que solo se pueden hacer desde su ordenador, porque los demás no tenemos permisos informáticos para ello y ojo, que digo trabajos cotidianos.
Hay otro tipo de trabajos, que no dependen de los permisos informáticos, que tampoco se pueden hacer sin él.
Evidentemente, desde siempre, trata de hacerse el imprescindible y de ocultar información o métodos de hacer las cosas para que dependamos de él. En lugar de dirigirnos y que hagamos el trabajo, se pone a hacer los trabajos rutinarios para hacerse el interesante.
En estos días está de vacaciones y hay que estar llamándolo y pidiéndole que haga ese tipo de tareas desde su portatil porque si no, el trabajo no sale.
Lo peor es que no te lo hace cuando tú lo necesitas, sino a horas impropias y luego te toca estar corriendo porque tú SÍ crees que lo que es verdaderamente imprescindible es que el trabajo salga para adelante.
Se cree EL OMBLIGO DEL MUNDO y, claro, así nos va.
Hay trabajos cotidianos que solo se pueden hacer desde su ordenador, porque los demás no tenemos permisos informáticos para ello y ojo, que digo trabajos cotidianos.
Hay otro tipo de trabajos, que no dependen de los permisos informáticos, que tampoco se pueden hacer sin él.
Evidentemente, desde siempre, trata de hacerse el imprescindible y de ocultar información o métodos de hacer las cosas para que dependamos de él. En lugar de dirigirnos y que hagamos el trabajo, se pone a hacer los trabajos rutinarios para hacerse el interesante.
En estos días está de vacaciones y hay que estar llamándolo y pidiéndole que haga ese tipo de tareas desde su portatil porque si no, el trabajo no sale.
Lo peor es que no te lo hace cuando tú lo necesitas, sino a horas impropias y luego te toca estar corriendo porque tú SÍ crees que lo que es verdaderamente imprescindible es que el trabajo salga para adelante.
Se cree EL OMBLIGO DEL MUNDO y, claro, así nos va.
jueves, 10 de marzo de 2011
CREAR EQUIPO
Me ha recordado todo el tema a un día en que mi jefe me encerró en su despacho y así, casi de golpe y porrazo y a bocajarro me suelta: "o está conmigo o está contra mi". Me dieron ganas de decirle que yo voy a la oficina a trabajar, no a jugar a indios y vaqueros, no te digo. ¡Qué triste que las empresas no se hagan cargo de formar a sus mandos intermedios! y tantos mindunguis como yo tengamos que ser dirigidos por gente tan poco preparada. Lamentable.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)